viernes, 19 de abril de 2013

Buenos Aires de paseo

Hace años recuerdo que en Buenos Aires nevó, no me refiero a la última vez sino a un suceso que ocurrió hace mucho tiempo, algo así como veinticinco años. Es interesante cómo se distorsionan los recuerdos que una persona tiene cuando niño. El mío en ese momento fue el de haber estado en Bariloche con mis abuelos, pues no fue así. Era en la Boca, pero durante mucho tiempo yo pensé que estuve en Bariloche. Lo mismo ocurre con los mitos, no hablemos de los más generales, sino de los familiares. Tal es así que hace sólo unos meses me enteré de que no existía el arroz a la Clementina. Pues sí, resulta que en mi familia, se trata de una receta de arroz integral con cebolla que siempre se conoció por arroz a la Clementina. Y hace meses entonces me vengo a enterar que Clementina era una vecina de mi madre que preparaba el arroz de esa manera y que es tipo de arroz no se llama “a la Clementina”, pero yo pensaba y mis hermanos también que todo el mundo conocía ese tipo de plato con ese nombre. Así existen otras historias también. El año pasado volví a Buenos Aires y recordé todo ese “qué se yo, viste”. Ese aire de arrabal porteño con aires de metrópolis cosmopolita, modernidad. Iba a buscar hoteles en Buenos Aires, pero finalmente opté por departamentos en Buenos Aires. La estadía fue muy grata y me permitió tener un poco más de privacidad. Además, me quedé por Palermo, por lo que resultó mucho más accesible para llegar a cualquier lugar. Es una zona que está muy bien comunicada, con el subte D que llega hasta el centro y ahora hasta Belgrano y colectivos que unen casi cualquier punto de la Capital Federal. La próxima que vuelva, voy a repetir, puesto que fue una alternativa muy conveniente.